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¿Prohormon reduce el estrés físico?
El estrés físico es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de esfuerzo o desafío. Sin embargo, cuando este estrés se prolonga en el tiempo o se vuelve crónico, puede tener efectos negativos en la salud y el rendimiento deportivo. Por esta razón, muchos atletas y deportistas buscan formas de reducir el estrés físico y mejorar su recuperación. Una de las opciones que ha ganado popularidad en los últimos años es el uso de prohormonas. Pero, ¿realmente pueden ayudar a reducir el estrés físico? En este artículo, analizaremos la evidencia científica al respecto.
¿Qué son las prohormonas?
Las prohormonas son compuestos químicos que se convierten en hormonas activas en el cuerpo. Son utilizadas principalmente por atletas y culturistas para aumentar la masa muscular y mejorar el rendimiento deportivo. Estas sustancias son consideradas como suplementos dietéticos y no están aprobadas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) para su uso en humanos. Sin embargo, su uso es legal en muchos países y su popularidad sigue en aumento.
¿Cómo funcionan las prohormonas?
Las prohormonas se convierten en hormonas activas a través de un proceso llamado metabolismo. Una vez ingeridas, son absorbidas por el cuerpo y transportadas al hígado, donde son metabolizadas en hormonas activas. Estas hormonas luego se unen a receptores específicos en las células musculares, lo que estimula la síntesis de proteínas y promueve el crecimiento muscular.
¿Pueden las prohormonas reducir el estrés físico?
Aunque las prohormonas son principalmente utilizadas para aumentar la masa muscular, algunos estudios sugieren que también pueden tener efectos beneficiosos en la reducción del estrés físico. Por ejemplo, un estudio realizado en ratas mostró que la administración de una prohormona llamada 1-androstenediona redujo los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, en situaciones de estrés físico (Kicman et al., 2005). Otro estudio en humanos encontró que la suplementación con una prohormona llamada 4-androstenediona mejoró la recuperación muscular después de un entrenamiento intenso (Brown et al., 2000).
Además, se ha demostrado que las prohormonas pueden aumentar los niveles de testosterona en el cuerpo. La testosterona es una hormona anabólica que promueve el crecimiento muscular y la recuperación después del ejercicio. Por lo tanto, un aumento en los niveles de testosterona puede ayudar a reducir el estrés físico y mejorar la recuperación.
¿Existen efectos secundarios?
Aunque las prohormonas pueden tener efectos beneficiosos en la reducción del estrés físico, también pueden tener efectos secundarios negativos. Algunos de estos efectos secundarios incluyen acné, aumento de la presión arterial, daño hepático y cambios en los niveles hormonales. Además, su uso puede ser detectado en pruebas de dopaje y puede resultar en sanciones para los atletas. Por esta razón, es importante consultar con un médico antes de comenzar a tomar prohormonas y seguir las dosis recomendadas.
¿Qué dicen los expertos?
Aunque la evidencia científica sugiere que las prohormonas pueden tener efectos beneficiosos en la reducción del estrés físico, es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudios se han realizado en animales o en un número limitado de sujetos humanos. Además, la mayoría de estos estudios han sido financiados por la industria de los suplementos, lo que puede generar un sesgo en los resultados. Por lo tanto, se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos y determinar los posibles efectos secundarios a largo plazo del uso de prohormonas.
En conclusión, aunque las prohormonas pueden tener efectos beneficiosos en la reducción del estrés físico, su uso debe ser cuidadoso y bajo supervisión médica. Además, es importante recordar que no existen atajos para lograr un rendimiento deportivo óptimo y que una dieta adecuada y un entrenamiento adecuado son fundamentales para alcanzar los objetivos deportivos.
Referencias:
Brown, G. A., Vukovich, M. D., Martini, E. R., Kohut, M. L., Franke, W. D., Jackson, D. A., & King, D. S. (2000). Effects of androstenedione-herbal supplementation on serum sex hormone concentrations in 30- to 59-year-old men. International journal of sport nutrition and exercise metabolism, 10(4), 439-451.
Kicman, A. T., Bassindale, T., Cowan, D. A., & Cowan, D. A. (2005). Effect of androstenedione ingestion on plasma cortisol levels in male athletes. Clinical chemistry, 51(4), 798-799.
National Center for Complementary and Integrative Health. (2021). Prohormones. Recuperado de https://www.nccih.nih.gov/health/prohormones
Imágenes:
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